sábado, 9 de abril de 2011

Segovia: San Ildefonso

Comienza la primavera y estamos deseando salir a la calle después del largo invierno.
Un sábado decidimos ir a San Ildefonso a pasar el día y visitar el museo del vidrio y La Granja.

Una vez llegamos, buscamos la antigua fábrica de vidrio que es donde se ha montado el museo.

Al entrar nos encontramos con una preciosa exposición de múltiples piezas de vidrio que tratamos de explicar a las niñas con ayuda de los paneles explicativos de la forma más amena que se nos ocurre.

Posteriormente se pasa a una gran nave en la que se pueden ver los antiguos hornos y herramientas utilizadas así como explicaciones de los materiales que es necesario mezclar para obtener el vidrio. Pero el momento estrella llega cuando entramos en los hornos en los que se muestra la técnica del soplado.



Es increíble ver la transformación de una masa incandescente en un jarrón o, lo que más nos gustó, en un caballo.

La maestría de los profesionales que realizaban la exhibición hacía parecer sencillo algo que indudablemente requiere de mucha práctica y técnica.

Aunque en la zona de los hornos hacía bastante calor, no había forma de sacar a las niñas de allí... si no vimos soplar quince jarrones no vimos ninguno.

Cuando salimos de allí era ya cercana la hora de comer, así que buscamos un sitio que tuviera una terraza agradable para aprovechar estos primeros días de sol. Desde luego es recomendable dar un paseo por el lugar.





























Una vez comidos, nos dirigimos hacia La Granja.

Lo primero que vamos a visitar son los jardines con sus fuentes. Es una pena que aún no haya comenzado la temporada en la que las fuentes se encienden, pero aún así pudimos disfrutar de la grandiosidad y belleza del lugar.

Vimos las principales fuentes pero no pudimos ir al laberinto (tal vez una próxima vez) porque la caminata es un poco larga para una niña de dos años que ya estaba cansada.









Hicimos una visita a los cisnes, pero tampoco entramos al interior del palacio ya que el sol comenzaba a caer (los días en esta época del año aún no son tan largos) y las niñas reclamaban un poco de descanso.

Disfrutamos de un día precioso.