lunes, 17 de octubre de 2011

Guadalajara: Hayedo de Tejera Negra

Llevábamos casi un año esperando para hacer esta excursión en otoño. Es necesario realizar una reserva para hacer la visita ya que hay un cupo máximo de visitantes al día. La reserva es totalmente gratuita.
El otoño ha comenzado con un tiempo espléndido, y el domingo no fue una excepción.

Dado que vamos con las niñas, elegimos hacer la ruta corta: senda de carretas (6 km). La ruta se puede hacer con o sin guía (no hay pérdida porque está señalizada). Pero nosotros queríamos hacerla con el guía para recibir cuanta más información mejor.
Los guías parten del aparcamiento a las 11:00, 11:30 y 12:00 por las mañanas y como la ruta dura unas tres horas queríamos llegar cuanto antes mejor.
Salimos de Madrid sobre las 9:30, así que tuvimos que meter un poco de caña para poder llegar al guía de las 11:30... llegamos por los pelos... En la entrada del parque natural hay un control en el que te preguntan si tienes reserva (supongo que si te presentas sin reserva lo mismo te tienes que dar la vuelta porque el cupo del día esté lleno) y toman nota de las matrículas que entran. Desde el control hasta el aparcamiento no hay demasiada distancia, pero el camino es una pista por lo que hay que ir despacio.

La ruta comienza entre pinos y atravesando varios cauces que estaban secos, supongo que por las nulas lluvias caídas... o tal vez sólo lleven agua en primavera. Los cantos rodados de los cauces son de pizarra. El guía nos dio una explicación del por qué (no soy capaz de reproducirla, así que recomiendo guía en la ruta).
Las niñas buscaron rápidamente sendos palos para usar de bastón en la caminata.
Poco a poco, y en un ascenso muy suave, la vegetación va cambiando y pasan de predominar los pinos a hacerlo los robles... y más tarde comienzan a aparecer las hayas.
Los colores del otoño hacen del paseo un espectáculo de tonalidades verdes, marrones y amarillas.
Durante una subida algo más pronunciada, como a mitad del camino, el guía se desvió del sendero marcado para llevarnos a ver un tejo de unos 500 años. Una verdadera preciosidad que nos hubiera pasado desapercibida de no haber sido por él, ya que desde el sendero sólo se ve la copa y puede pasarse de largo fácilmente perdiéndose el espectáculo del majestuoso ejemplar.

Paisaje con tejo



Esta primera subida es una pequeña preparación para la siguiente gran subida que lleva hasta la pradera de Matarredonda. La subida merece realmente la pena. El paisaje desde allí arriba es una maravilla.






A partir de este punto, la senda comienza a bajar por lo que lo que resta de camino se hace sencillo y no requiere de gran esfuerzo.
En la bajada pudimos ver unos ejemplos de colmenares tradicionales… como los que vimos en La Hiruela.
La bajada lleva finalmente al aparcamiento.
Han sido tres horas en un entorno perfecto.
Pasadas las 15:00 llegamos a Cantalojas, donde comimos. Tras la comida emprendimos el regreso a Madrid, parando en Riaza a dar un paseo por su plaza


Enlaces de interés:

Reservas Hayedo de Tejera Negra: http://pagina.jccm.es/maydr/parques/forms/parqf001.php

domingo, 9 de octubre de 2011

Madrid: Museo de Ciencias Naturales-Parque del Buen Retiro


Pasar un día por Madrid siempre es divertido. Esta vez decidimos ir al Museo de Ciencias Naturales, lo que resultó todo un acierto.

Lo que más llamó la atención de las niñas fueron el calamar gigante, el esqueleto de ballena y, cómo no, los dinosaurios.

El museo tiene dos pabellones. El primero de ellos tiene una colección enorme de animales disecados y esqueletos: lobos, todo tipo de aves, mariposas, gorilas... Pero lo que resultó más espectacular para las niñas fue el pabellón donde se encuentran los dinosaurios.

Después de la visita nos fuimos a comer un cocido madrileño a La Daniela (absolutamente imprescindible reservar con antelación). Nos gusta pasar por este sitio al menos una vez al año.


Al terminar la comida, nos dirigimos al Parque del Buen Retiro para divertirnos un rato en el lago dando un paseo con las barcas y buscando patos a los que dar de merendar.

Por supuesto no faltó un buen mareo cuando remaban las niñas ya que la barca no dejaba de dar vueltas...



Un paseo por el parque siempre es entretenido: músicos, magos, títeres, pompas gigantes, payasos... es como un gran teatro al aire libre y muy barato.



Un sencillo día que deja un grato recuerdo.

domingo, 2 de octubre de 2011

Madrid: Buitrago del Lozoya-Monasterio de El Paular


Hacía tiempo que tenía ganas de visitar este pueblo. Buitrago del Lozoya lo he visto siempre desde la A-1 cada vez que iba o volvía de Santander y siempre me llamaba la atención su muralla y su torre del reloj.

La visita nos sorprendió muy gratamente. El pueblo se encuentra completa y doblemente abrazado por su muralla y por el río.




Pudimos disfrutar de una exposición de armas medievales en un marco perfecto aunque, desgraciadamente, no fue hasta que llegamos que descubrimos que se organizan unas visitas teatralizadas para las que es necesario hacer reserva previa y que seguro que suponen un aliciente importante sobre todo para los más pequeños... se intentará en otra ocasión.






Un simple paseo por la muralla es un placer y la fortaleza de los Mendoza una sorpresa.




Comimos en el restaurante 'La Muralla' en el que es aconsejable reservar previamente y en el que nos sorprendió su cocina.

Tras la rica comida, nos fuimos al monasterio de El Paular. No sólo es bonito su exterior,



 sino que su interior es espectacular.



Una vez fuera del monasterio, cruzamos el puente de El Perdón para dar un paseo hasta la zona de
recreo de Las Presillas. Es un paseo muy agradable que puede discurrir siempre por asfalto o a través de un pequeño robledal al que se puede acceder por una portilla de madera que se encuentra a mano derecha discurridos unos doscientos metros del camino asfaltado.