domingo, 6 de octubre de 2013

Madrid: Miradores de los poetas y ducha de los alemanes


Nuestro 11º aniversario de boda coincidía en sábado y, como daba buen tiempo, nos dispusimos a hacer esta ruta. Miguel me había hablado de ella porque pasaba por algunas zonas en la bici y tenía mucha curiosidad por verla.

Dejamos el coche en las Dehesas de Cercedilla. Comenzamos a caminar hacia la calzada romana. Va más gente en esa dirección y un perro anda cerca de nosotros mirando para atrás y esperando a su dueño.

Poco a poco vamos quedando menos gente. El perro sigue por allí. Cruzamos el puente y tomamos el camino Agromán a la derecha. El perro continúa cerca. Miramos atrás y no vemos a nadie. Comenzamos a elucubrar sobre el perro. A Miguel le suena que es el del restaurante que hay en las Dehesas. Lo cierto es que el perro se ha unido a nosotros. Va siempre delante y de vez en cuando mira atrás: cuando estamos lejos nos espera y prosigue.


Las niñas están emocionadas. Ellas que desean tanto tener un perro, lo tienen por un día. Es curiosa la actitud del perro. Nos sorprende.

Subimos por el camino Agromán. Nos encontramos una ranita, tan pequeña como la uña del dedo gordo de una mano, haciendo verdaderos esfuerzos por terminar de cruzar la pista y meterse entre el césped.


Continuamos hasta llegar a la Vereda del Medio donde cogemos este sendero. El camino se hace empinado y el perro nos tiene que esperar a menudo. En ocasiones creemos que se ha ido, pero al doblar una curva... ¡¡ahí está esperándonos!!.


En el punto donde se cruza el sendero con la carretera de la República tomamos esta pista hasta los miradores. Allí está el perro recibiendo las caricias de un grupo de ciclistas. Esa fue la última vez que le vimos (o se unió a otro grupo o regresó a su casa).

Primero nos acercamos al mirador Luis Rosales. Una vista espectacular. Allí nos comemos un tentempie mientras disfrutamos del paisaje.


En este mirador hay una placa que esconde un hueco donde hay una caja con unos cuadernos y unos lápices. La gente deja allí ideas escritas y nosotros no íbamos a ser menos...

Nos acercamos al mirador Vicente Aleixandre y desde allí vamos al reloj de Cela. Se trata de un gran reloj solar situado en el suelo.


Los números que marcan las horas se encuentran en bloques de piedra situados alrededor de una barra de piedra en la que están marcadas distintas fechas del año. Es en estas marcas donde nos tenemos que colocar para poder ver la hora con nuestra sombra proyectada.

Proseguimos nuestro camino y paramos a comer después de la pradera de Navarrulaque y ya tomada la senda Victory.


Después de comer bajamos hasta la ducha de los alemanes.


Acabamos enlazando con el sendero del pico de Majalasna a la altura de la pradera de la Fuenfría.




Continuamos de vuelta hasta las Dehesas.

sábado, 31 de agosto de 2013

Mallorca: Palma

Palma nos pareció un auténtico hervidero de gente. En el resto de la isla habíamos encontrado bastantes turistas, pero no tantos como en la capital. Los alrededores de la Catedral y la Almudaina están llenos de figuras vivientes, caricaturistas y vendedores de todo tipo.


Subimos las escaleras que conducen a la catedral y en la plaza nos encontramos con coches de caballos que se alquilan para dar un paseo. Mi hija mayor es una enamorada de los caballos así que, después de regatear un poco con el conductor, nos subimos. El paseo por el casco antiguo de la ciudad fue muy agradable y las niñas disfrutaron muchísimo.


Recorrimos la calle del Palacio Real pasando frente al parlamento balear y el ayuntamiento, callejeamos hasta aparecer detrás de la iglesia de Santa Eulalia y regresamos a la catedral.


Tras el paseo nos dispusimos a ver la ciudad con más detenimiento a pie. La verdad es que nuestra intención era entrar en el palacio de la Almudaina, pero la entrada nos pareció carísima (9€ por persona) y mucho más teniendo en cuenta lo que acabábamos de pagar por el paseo a caballo. La verdad es que la isla en general nos pareció muy cara.

Finalmente hicimos la visita mirando los edificios desde fuera. Para lo único que pagamos fue para ver los baños árabes que eran 2€ los adultos y los niños gratis.





Palma está llena de preciosos edificios y antiguos palacios que dejan ver sus bonitos patios. Sus estrechas calles tienen un encanto especial así como la muralla que rodea la ciudad.





Pasear por el Parque de la Mar ofrece unas estupendas vistas del perfil más característico de la capital.


Los jardines que se encuentran en la parte baja de la Almudaina resultaron un oasis de frescor en el día tan caluroso en el que hicimos la visita.



Merece especialmente la pena cruzar la avenida de Antonio Maura y adentrarse por las calles de esta parte de la ciudad hasta la plaza Drassana. Esta zona no está tan masificada y se puede disfrutar más tranquilamente.



domingo, 25 de agosto de 2013

Mallorca: Sierra de Tramuntana

Uno de los días de estancia en la isla lo dedicamos a visitar los pueblos de la Sierra de Tramuntana. Por supuesto no los vimos todos, pero sí tres significativos.

Valldemossa
El pueblo es famoso por su cartuja. Muestra una preciosa estampa cuando se accede a él desde Palma.


Una vez en él es una delicia pasearse por sus coquetas calles y descubrir rincones encantadores.












Sóller
El pueblo en sí no tiene gran cosa salvo su catedral. Pero sí tiene algo que nos atraía: un tranvía que lo une con el puerto. Un paseo divertido y diferente.






Fornalutx
Para mí, con diferencia, el más bonito. Tiene multitud de calles con encanto. Los vecinos tienen sus puertas decoradas con macetas. Un contraste precioso de la piedra y el verde.












El día lo terminamos en la cala de Sa Calobra. Un broche de oro para un día muy intenso.



sábado, 24 de agosto de 2013

Mallorca: Calas y playas


Mallorca está rodeada de preciosas playas y calas. Evidentemente no podíamos ver todas pero visitamos las que, en varias páginas web, estaban calificadas como las más bonitas.

Sa Calobra
Llegar hasta esta cala requiere de un poco de paciencia. La sierra de Tramuntana presenta una costa muy abrupta con altos acantilados. La carretera es una continua curva que puede amargar el trayecto a quienes se mareen con facilidad.

Al llegar a Sa Calobra se encuentra un parking gratuito donde dejar el coche. El resto del trayecto se hace a pie. Es un bonito paseo en el que se puede disfrutar del mar. La parte final del camino es a través de túneles excavados en la roca que ofrecen alguna ventana con vistas al mar.





A la salida del último túnel se llega a la cala que está literalmente incrustada entre altos acantilados.


Para un baño y estancia cómodos recomiendo que se lleven sandalias de goma ya que la cala no es de arena sino de cantos rodados.



Playa Formentor (Cala Pi de la Posada)
En la carretera que lleva al cabo de Formentor se encuentra una desviación que lleva hasta un hotel de la cadena Barceló y a esta playa. Hay un parking en el que hay que pagar 10€ por dejar el coche.

El agua cristalina y la arena blanca hacen que esta playa tenga un aspecto caribeño. Lo que la diferencia es que en lugar de palmeras lo que rodea la playa son pinos.





En esta playa hay socorrista.

Cala Mesquida
La cala se encuentra al lado de la localidad de su mismo nombre. No hay un parking específico para ir a la playa, pero es fácil dejar el coche por los alrededores (y gratuito).


La cala tiene socorrista.

Comparada con el resto de playas y calas que hemos visto, esta es la que menos nos gustó.

Cala Agulla
Siguiendo las indicaciones para llegar a la cala se va a parar a un parking en el que hay que pagar 4€. Después descubrimos que a la cala se puede acceder desde la localidad de Cala Ratjada, aunque desconozco lo fácil o difícil que será encontrar aparcamiento.





La playa tiene socorrista y varios chiringuitos, aunque recomiendo llevar la comida y la bebida ya que es carísimo comprarlo allí (una botella de agua de medio litro nos costó 1,80€).

Comimos en Cala Ratjada en un restaurante italiano llamado 'Pasta Pasta'. Es un lugar muy agradable que no está mal de precio.



Cala Varques
Llegar hasta esta cala no es nada fácil ya que no está señalizada. Indicaré la manera de llegar saliendo desde Porto Cristo. Se toma dirección Portocolom recorriendo la que llaman la carretera de las calas. Por el camino se van viendo carteles indicadores de calas. Uno de los que encontramos a mano izquierda indica 'Cala Romántica'. A partir de este punto hay que prestar atención a las entradas que hay a mano izquierda en la carretera. Se trata de una entrada en la que el camino no está asfaltado sino que es de piedra y es bastante recto. Habitualmente hay bolsas de basura por la mañana. Si se llega al desvío que indica Manacor sin haber encontrado la entrada hay que darse la vuelta y esta vez encontraremos la entrada a mano derecha: si no recuerdo mal es la primera que se encuentra. Como pista decir que al lado de la entrada hacia la cala se ve una finca con una casa que tiene una pequeña torre (la casa tiene algunas almenas).

El camino de piedras se va estrechando y no es recomendable llegar hasta el final porque no se puede dar la vuelta con facilidad. Yo recomiendo dejar el coche ya dado la vuelta para evitar complicaciones a la hora de irse.

Una vez aparcado el coche se tienen unos 20-30 min. de camino a pie a través de pinares.





Nosotros llegamos a la cala gracias a las indicaciones de una policía nacional. Espero que estas explicaciones puedan también ayudar a alguien.

En la cala hay un socorrista.

Caló des Moro
Esta pequeña cala tampoco está indicada. Dadas las vueltas que dimos nosotros, lo que recomiendo es ir a Es Lombards y allí preguntar a alguna persona de la localidad.

Una vez que se llega se puede aparcar es un descampado cercano. Luego hay que ir a pie. Puede haber dudas a la hora de ir hacia la cala ya que en este punto se puede ir a Caló des Moro o a Cala S'Almunia. Para ir a la primera hay que atravesar una portilla de madera que tiene un cartel en el que se lee 'PRIVADO' y luego un texto en el que se ruega no depositar basuras por el camino.

Desconozco por qué pone lo de privado, supongo que será para equivocar un poco a la gente después de enterarnos de que la razón de que la cala no esté señalizada es que los vecinos quitan los indicadores cuando el ayuntamiento los coloca.

La cala no tiene un fácil acceso.


Es muy pequeñita y carece de arena, por lo que hay que ponerse en las rocas. Pero es una verdadera preciosidad.



Cala S’Almunia
Después de estar en Caló des Moro, nos acercamos a esta cala que tampoco tiene arena. Sin embargo es un lugar perfecto para hacer snorkel.



Es Trenc
Nosotros fuimos hacia esta playa desde Campos. Fuimos siguiendo las señales que dirigen a Es Trenc hasta llegar a un desvío que pone 'Es Trenc Es Covetes'. Recomiendo no coger este desvío e ir hacia 'Es Trenc Ses Salines' que nos lleva al otro extremo de la playa (el más cercano a Colonia de Sant Jordi). Se entra por un camino de tierra pasando al lado de las salinas de Es Trenc.

Se llega a un parking en el que hay que pagar (no recuerdo bien la cantidad pero creo que eran 6€).

Es un extenso arenal en el que se encuentran protegidas las dunas para su conservación.


En la playa hay socorrista.

Después de estar en la playa visitamos las salinas donde nos explicaron la manera de obtener y cosechar este producto. Dado que estábamos en tiempo de cosecha pudimos ver una de las balsas preparadas. Un precioso paisaje blanco y brillante.











En las salinas vive un grupo de flamencos en la época de calor a la que no nos pudimos acercar ya que estaban criando, pero sí pudimos observarlos con los prismáticos.