domingo, 12 de junio de 2011

La Rioja y Soria: Enciso (Ruta de los dinosaurios)-Yanguas-Garray

Salimos de Madrid el sábado tempranito hacia Enciso. Allí habíamos reservado una habitación en la posada rural Santa Rita.

Lo primero que hicimos al llegar fue reservar un lugar para comer. El primer sitio en el que entramos estaba ya completo y, para nuestra sorpresa, nos dirigieron a la casa rural donde teníamos nuestra reserva hecha. Así que allá nos fuimos a reservar una mesa y, de paso, dejar el equipaje que llevábamos.
Una vez asegurada la comida, nos fuimos a dar un paseo por Enciso. Lo primero que hicimos fue ir a la plaza del ayuntamiento donde hay un reloj en el que, a determinadas horas, sale un dinosaurio. Eran las doce menos diez, así que esperamos los diez minutos que faltaban para ver el acontecimiento. Después de los terribles rugidos nos fuimos a visitar el museo paleontológico.
Merece muchísimo la pena visitarlo. Es una perfecta primare toma de contacto con el mundo de los dinosaurios. Allí se puede ver una recreación del paisaje del lugar hace miles de años y los animales que allí avitaban. Se explica cómo quedaron marcadas las huellas de los dinosaurios que ahora podemos ver, también nos enteramos que no son 'huellas' sino icnitas. Existen también pequeñas películas de lo que sucedió cuando las huellas quedaron marcadas en el suelo basadas, precisamente, en dichas marcas. Se pueden ver los tamaños de los distintos dinosaurios, la forma de sus pisadas...
Recogimos unos folletos de los distintos yacimientos que pueden ser visitados y nos fuimos a comer. La comida en la posada Santa Rita está buenísima, así que si alguien se anima a ir, recomiendo que reserve antes porque el comedor no es demasiado grande.
El primer yacimiento que fuimos a visitar fue 'Virgen del Campo' al que se llega caminando desde Enciso. Debo reconocer que quedé un poco decepcionada al llegar allí. Las huellas no se veían claramente y lo único que llamó la atención de las niñas fueron las reproducciones de dos dinosaurios que allí se encuentran. Tras esa visita, fuimos al yacimiento de 'Valdecedillo'. Allí también hay unas cuantas reproducciones a tamaño real que son bastante impresionantes y huellas muchísimo más claras que daban testimonio del paso de aquellas gigantes criaturas por aquellos lugares.
Más animados después de esta última visita nos vamos al yacimiento 'Los Cayos'. El acceso no es sencillo ya que hay que ir a través de una pista sin asfaltar, pero realmente merece la pena. Las huellas mejor conservadas se encuentran cubiertas por una estructura metálica que las protege de las inclemencias del tiempo. Pero aparte de esas, hay otras huellas a la mano del visitante en muy buen estado de conservación que pueden ser tocadas y que atraen la atención de pequeños y grandes. Fue emocionante poner la mano en el lugar donde hace millones de años un dinosaurio puso su pata. Fue una especie de conexión con el pasado.


Finalmente, para terminar la tarde, nos dirigimos hacia los yacimientos 'Barranco de la Canal' y 'Peña Portillo'. Este acceso es bastante complicado pero no imposible (nosotros llevamos un coche bastante bajo y con cuidado pudimos acceder). La pista asciende bastantes metros hasta que por fin se divisa una reproducción de dinosaurio que marca la ubicación del primer yacimiento (el otro está en frente). Aquí las huellas están también muy bien conservadas y son de formas completamente distintas a las que hemos visto antes, además de tener un tamaño considerablemente mayor que en los anteriores yacimientos que hemos visto.


En 'Peña Portillo' hay también una estructura metálica para proteger una zona con abundantes huellas. El dinosaurio de este último yacimiento está más en alta y subimos hasta allí para hacer una foto. Cual fue nuestra sorpresa cuando al hablar un poco alto descubrimos que había eco. Mis hijas lo escuchaban por primera vez y pasamos allí un buen rato 'hablando con las montañas'.
Completamente satisfechos con nuestra particular ruta de los dinosaurios, regresamos a Enciso para cenar y descansar.

La ruta de regreso a Madrid la aprovechamos para hacer un par de visitas más. La primera de ellas fue en Yanguas, ya en Soria. Allí visitamos la iglesia, el puente, los lavaderos... precisamente detrás de este lugar sale un camino que va paralelo al río atravesando los chopos. Es un paseo precioso que no pudimos hacer completo porque no queríamos llegar tarde a nuestro siguiente destino: teníamos ya concertada una visita guiada en Numancia. La visita guiada fue muy interesante. Se han reconstruído dos viviendas de dos tiempos diferentes: las primeras del asentamiento y las posteriores a la llegada de los romanos. Se puede ver cómo se vivía en los dos momentos y las diferencias en lo que a las viviendas se refiere. El guía llevaba un micrófono y los visitantes un receptor que facilitaba poder escuchar todas la explicaciones claramente y sin perderse ninguna. Una gran iniciativa. Desde luego el yacimiento hay que visitarlo con un guía a no ser que se sea un buen conocedor de lo que allí se encuentra. Si no, puede parecer que no hay nada que ver.

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