domingo, 16 de junio de 2013

Madrid: Camino Schmid

Para hacer la ruta de hoy, salimos de casa con los dos coches. Nos dirigimos a las Dehesas de Cercedilla, donde dejamos uno de los coches. Luego, ya todos juntos, vamos con el otro coche hasta el aparcamiento del puerto de Navacerrada.

Tomamos el camino Schmid. El olor a pino y lo que queda del frescor de la mañana nos compaña mientras paseamos entre las sombras.


El día va a ser caluroso, pero a esta altura aún no se aprecia.

El comienzo del camino lo hacemos con un grupo de divertidas y parlanchinas mujeres. Al poco tiempo cruzamos un arroyo y algo más adelante nos encontramos con un personaje endémico de estas altitudes: la lagartija carpetana.


Nos entretenemos un rato con ella y continuamos camino. Los pequeños claros están salpicados de flores amarillas que brotan entre los tiernos brotes de césped.


Nos volvemos a cruzar con otro personaje inesperado: un solitario y seco pino que lleva clavada la siguiente poesía titulada 'Soneto a un árbol solo':

"En la umbría de siete picos un pino
hermoso, descortezado y muy blanco,
gigante erguido, solo en el barranco,
muestra orgulloso su fatal destino.

A su lado no tiene algún vecino
que le guarde confiado su flanco,
del fuerte viento que le deja manco,
cuando sopla inclemente en torbellino.

Ayer me conmovió que tal hazaña,
enfrentándose a una fuerza tan brutal,
luchando sin descanso en la montaña,

quede oculta entre el bosque y su maraña.
Admiro, viejo luchador, que esfuerzo tal
aúne la fuerza bruta y la maña."

Su autor: Miguel Ángel Morcillo.

Continuamos nuestro camino y cruzamos otro arroyo. Parece que el camino no deja de proporcionarnos curiosidades: el costillar de un dinosaurio.


Bueno, eso es lo que digo a mis hijas y, aunque la pequeña traga, la mayor me dice: "¡Pero si es de madera!".

Se trata del tronco seco de un pino que, suponemos que por el peso de la nieve y tal vez otros factores, tiene las ramas curvadas hacia abajo representando el costillar de algún gran animal.

Seguimos el camino hasta llegar al cruce que indica 'Collado Ventoso'. Cogemos esa dirección y ascendemos hasta llegar al collado. Nada más asomarnos comprendemos el por qué de su nombre.


Buscamos una sombra algo resguardada y allí montamos nuestro picnic.

Una vez terminada la comida, decidimos no continuar el camino Schmid y regresar sobre nuestros pasos hasta el cruce que marca 'Collado Ventoso' para tomar dirección al puerto de la Fuenfría por la senda de los Cospes.

Ya cerca del puerto encontramos una fuente en la que reponemos el agua de nuestras cantimploras. Está fresquísima.


Una vez arriba, descansamos un poquito para luego continuar por la calzada romana. Este segmento que recorremos forma parte de un camino de largo recorrido que unía Mérida con Zaragoza: Vía XXIV del Itinerario de Antonino.


La verdad es que a esta hora ya comenzamos a acusar el calor y el camino empedrado nos hace más difícil el camino. De hecho nos salimos de él para ir por un lateral.


Cruzamos el Puente del Descalzo. El camino se estrecha y la piedra aparece suelta.


Ya cerca de las Dehesas de Cercedilla el camino vuelve a parecerse a una calzada romana.


Entramos en el pinar y nos sorprende la cantidad de 'polvo' que flota en el ambiente. Según nos acercamos descubrimos que en realidad es el polen que sueltan los pinos.


Cuando llegamos a nuestro coche, está cubierto de una capa entre amarilla y verde.



Subimos al coche y nos vamos al puerto de Navacerrada para recoger el otro coche y regresar a casa.


1 comentario:

  1. La umbria de siete picos pertenece a la provincia de segovia, no a madrid. Toda la zona norte de siete picos y navacerrada es segoviana. Y el camino schmind desde el puerto de navacerrada hasta collado ventoso discurre integro por la provincia de segovia. La cara sur de siete picos si es madrileña. Gracias

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