Antes de abandonar
este magnífico valle, decidimos hacer nuestra última ruta.
Desde Unha sale un
sendero que va a Gessa por el barranco de Corilha.
La ascensión es pronunciada.
Rápidamente se coge altura y se tienen unas vistas espectaculares del valle,
incluso mejores que las que ofrece el mirador de Beret.
Nos sentamos un rato
en un primer descansillo que ofrece la ruta para disfrutar de lo que nos rodea.
Cuál fue nuestra sorpresa cuando vimos una pareja de buitres planeando en un
nivel inferior a la que nos encontrábamos. Sin un sólo batir de alas,
simplemente girando y aprovechando las corrientes de aire, se pusieron a
nuestra misma altura para más tarde sobrepasarnos.
Ver a estas grandes
aves tan cerca de nosotros nos hizo apreciar realmente su envergadura. Fue un
espectáculo precioso.
Proseguimos la dura
subida hasta llegar al punto más alto.
La bajada es tan
pronunciada como la subida. Comenzamos a oír el sonido de cencerros y en
seguida vimos un rebaño de ovejas que pastaban a ambos lados del sendero.
Al
vernos acercarnos se iban bajando un poco para tener una distancia prudencial
respecto a nosotros. En el rebaño había un montón de corderos, algunos no
debían tener más de un par de semanas. Las niñas estaban entusiasmadas.
Seguimos bajando. Por
el camino pudimos ver mechones de lana enredados en las ramas de los arbustos.
Comenzamos a oír
agua. Bajaba un río de este líquido elemento que perforaba, construyendo
túneles, la nieve que aún se encontraba en una hondonada.
Continuamos bajando hasta llegar a la orilla del río donde la bajada se hace mucho más suave y conduce hacia Gessa.
El regreso a Unha es
a través de un sendero que discurre entre pastos plagados de vacas, caballos y
más ovejas. Es bastante llano, así que resulta muy sencillo.
A la derecha Salardù y a la izquierda Unha |
De regreso en Unha comemos una hamburguesa de buey y nos disponemos a visitar la iglesia que posee pinturas románicas. Pero finalmente no podemos hacerlo, la iglesia está cerrada y hasta las cinco no abren el museo de la nieve para poder preguntar si nos pueden abrir la iglesia.
Unha |
Finalmente nos vamos
a visitar Artíes y Garós.
Mazorcas de maíz en Artíes |
Creo que el
campanario de Santa María de Artíes es el más bonito de todos los que hemos
visto.
Artíes |
Garós es un pueblo
muy coqueto y cuidado que bien merece la pena un paseo.
Garòs |
Ya de aquí hacia
Madrid. Pero debo dar un par de recomendación:
- Aunque la casa en la que estuvimos es
una preciosidad y no le falta de nada, es mejor estar más centrado en el valle:
Vielha, Encunhau, Garós...
- Pienso que la mejor época para hacer
senderismo por el Valle de Arán debe ser a partir de finales de Junio ya que
los árboles estarán ya vestidos con sus hojas y las praderas habrán recuperado
su verde intenso perdido tras la abrasión de la nieve.
Nos han quedado rutas
pendientes, así que volveremos.
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